
La autonomía es una habilidad clave en el desarrollo infantil, ya que permite al niño hacer cosas por sí mismo, tomar decisiones y asumir responsabilidades acordes a su edad.
Fomentar la autonomía fortalece la autoestima, la confianza en sus capacidades y la independencia emocional. Además, lo prepara para enfrentar desafíos, resolver problemas y desenvolverse con seguridad en su entorno.
En pocas palabras: un niño autónomo se siente capaz, valioso y listo para el mundo.







